El sacrificio
El aislamiento nos puede provocar ansiedad e incluso deprimirnos y esto puede generar el impulso a reunirnos con nuestros seres queridos que bastante falta nos hacen. Recordamos esos convivios de fin de semana, paseos improvisados o porque no, ese cafecito con los amigos, y es cuando llega la nostalgia, la ansiedad la acompaña y empezamos a sentirnos un poco tristes, pero recuerda que es una emoción más, que la generamos nosotros mismos.
Perdí a mi abuelita antes que iniciara la Pandemia, y es muy diferente extrañar a alguien que no volveremos a ver físicamente, a alguien que sí está pero lejos, y que sabemos que por una llamada o videollamada estarán con nosotros y compartiremos con ellos después que esta pandemia termine, podremos abrazarlos y seguir coleccionando momentos con esas personas que uno quiere mucho.
Y es ahí donde veremos el valor del sacrificio de habernos cuidado, porque evitando las aglomeraciones cuidaremos a esos familiares que simplemente no le podemos decir adiós tan fácil, solo los que hemos experimentado una pérdida de esos seres de luz, sabemos que es un duelo de meses e incluso años.
Esperando que termine la pandemia
Este periodo de aislamiento al que nos hemos sometido todos, ha sido clave para proteger al sistema médico de un colapso por falta de recursos. Pero el sentirnos encerrados o pocos productivos donde “no hay nada que hacer” o “y ahora qué hago?”, nos hace sentir aburridos.
Te animo a que busques algo que te hubiera gustado hacer, como dedicarle más tiempo al jardín, cambiar los espacios de tu casa, hacer alguna receta de cocina o porque no intentar hacer cosas diferentes, como dibujar, pintar o llevar cursos en línea que quizás encuentres en ellos un pasatiempo que nos habías explorado y te haga sentir productivo.
Teletrabajo + la familia
Trabajando doblemente desde la casa
Tal vez seas uno de los que están trabajando desde la casa y estás entre la mala señal del internet y la pésima postura que has adoptado, porque no sabes si acomodarte en el sillón o en la cama.
Claro, porque no todos tenemos una oficina dentro nuestras casas, entonces nos toca improvisar, “pijamas o ropa cómoda” siempre serán la mejor opción, o vestirse presentable segundos antes de una conferencia.
Los que tienen hijos, les toca mucho más difícil, es doble esfuerzo supongo, ya que es toda una hazaña estar; entre la casa, el trabajo, la comida y los niños, definitivamente tienen mis respetos. No todos tenemos la capacidad para estar en mil cosas a la vez, y llegarás a sentir que en algún momento pierdes la paz, y es válido a veces sentirse que uno no puede más, lo que no es válido, es un mal comportamiento hacia los niños, porque si tú te sientes frustrado imaginate ser tú el niño.
Los superhéroes
¡Gracias!
Son los que que salen a trabajar diariamente y que no han parado de brindarnos servicios básicos como médicos, enfermeros, bomberos, policías, cajeros de supermercado, profesores de cuido infantil, las personas de limpieza y porque no, los niños también entre otros.
Probablemente tienes ese temor al salir y de usar los medios de transporte públicos o hacer convivencia con otros compañeros. y llegar a la casa, hacer el ritual diario de quitarse los zapatos, cambiarse la ropa e ir directo al baño, y aún sientas que “no es suficiente”.
Covid-19 psicológico
¿Cuántas veces has tenido Covid-19? Eso que empiezas a sentir que te duele la garganta, la cabeza, irritado o con dolor de estómago y luego haces el test infalible, oler lo primero que está a la par, estoy segura que mínimo una vez lo has hecho.
Tratemos de ser empáticos con todos los que simplemente están haciendo su trabajo. Todos sufrimos la Pandemia de diferentes maneras.
La frase de hoy es:
El misterio de la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar.